¿Cómo va a ser tu semana?
Así empezaba el otro día una entrevista que me realizaba Maite Garrido para la radio.
Lo conveniente para no sufrir más de lo necesario es generar una actitud de aceptación de lo que tenga que hacer.
Es decir, no se puede estar a la defensiva todo el tiempo porque esta actitud genera más nivel de sufrimiento emocional y a mayores favorece que acabemos enfermando.
Así que si tengo que hacer algo que no puedo eludir, como digo lo conveniente es propiciar la actitud de aceptación y propósito para llevar a cabo aquello que tengo que hacer.
¿Esto significa que tengo que aguantar todo lo que me venga aunque no sea bueno para mí?
Pues claro que no.
Significa que uno puede estar generando malestar interior todo el tiempo y malestar a los que nos rodean, sin hacer nada para cambiar aquello que quiere o siente que debe cambiar.
No debes esperar que otras personas decidan o tomen las acciones necesarias que llevarán a una mejoría en tu situación.
Puede aceptar que hay algo que no te conviene o no te gusta y ponerte en marcha para generar el cambio que estás necesitando.
“El primer paso no te llevarán a donde quieres ir, pero te sacará de donde estás”
Decía Viktor Frankl (psicólogo y psiquiatra) que “nadie puede robar la libertad interior de un ser humano” por muy penosas que sean las circunstancias externas.
Y la libertad interior implica decidir con qué actitud voy a desarrollar mi día, mi semana o mi vida.
Tengo que decidir si voy a ser la persona que solo se queja, o la persona proactiva que además va a ponerse en marcha hacia dónde quiere ir.
¿Es fácil desarrollar esta actitud?
Pues no es fácil ni difícil, es una tarea cotidiana que puedes decidir hacer.
Igual que te acostumbras a peinarte o a asearte todos los días, también puedes establecer la tarea de alimentar tu mente con pensamientos que te ayuden a fortalecer tu voluntad y tu actitud.
Esa actitud se fortalece practicando todos los días unos minutos de silencio exterior.
Unos minutos de introspección para dejar de alimentar constantemente lo externo y conectar con esa libertad interior que tienes.
Cada día tienes esa libertad, solo necesitas como digo fortalecerla.
Desde el silencio para ver con mayor claridad.
En fin, cada día tienes una responsabilidad importante contigo mismo/a, decidir cómo va a ser este día, el único que tienes garantizado.
¡Espero que tengas un buen día, a menos que decidas lo contrario!
Namasté.