¿Es fácil reconocer el estrés?
Esta pregunta que puede parecer sencilla no lo es; porque generalmente antes de que nos demos cuenta muchos trastornos o desajustes ya sean emocionales o físicos pasan desapercibidos como una consecuencia del estrés y no como una causa en sí misma.
Por experiencia e interés estudié muchos casos y me interesé por la historia clínica de aquellas personas a las cuales se les diagnostica como un síndrome de estrés, y en todos los casos hasta llegar a ese diagnóstico, suele haber toda una travesía casi por el desierto o por mejor dicho por las consultas médicas.
En la siguiente imagen podéis ver un resumen de las causas y consecuencias del estrés.
El estrés en muchas ocasiones se utiliza de manera manida y errónea para tapar el desconocimiento de un diagnóstico apropiado.
Pero a veces pasa el caso inverso y me explico.
Recuerdo que hace muchos años conocí a una chica que llevaba recorriendo médicos, traumatólogos y un largo etc, incluido el médico de medicina general.
Pues bien el problema de esta chica era que tenía un tobillo muy inflamado, y que a veces no podía ni apoyarlo en el suelo porque se le producía un dolor en el centro del talón, según me relataba como si estuviera clavándose un clavo en medio.
El recorrido empezó por el médico de familia al detectar el dolor, ante lo cual le dijeron que seguramente sería un esguince, y que debía guardar reposo absoluto durante algunos días para que puediera recuperarse adecuadamente. Después del reposo no hay mejoría.
Después que si era debido a la mala circulación sanguínea, recomendación: caminar por la playa en el borde de las olas todos los días, y el dolor en aumento.
Y así un largo etc., hasta tal punto que de regreso al médico de cabecera, la respuesta fue que podía ser un tema obsesivo y de estrés.
Tiempo después esta chica me comentó que por fin le habían dicho que lo que tenía era una inflamación debida a un esguince mal curado y todos los tratamientos recibidos no habían hecho más que empeorar la situación inicial.
Es decir, cuando después de un periplo no se sabe por qué sucede un problema de salud, la etiqueta más utilizada es el estrés. Y también cuando no se le quiere dar muchas vueltas, la etiqueta más socorrida sigue siendo el estrés.
También he conocido casos a la inversa, he de decir que muchos más por desgracia. Es decir que se tratan cantidad de patologías sin tener en cuenta el origen de las mismas que no es otro que el estrés y que por supuesto hay que tratarlas, pero es indispensable ir al origen porque de otro modo se entra en el círculo vicioso de la cronificación y la medicación.
Por eso que no es un tema fácil, por lo que el principal problema del estrés no es éste en si mismo, sino su diagnóstico adecuado y en un tiempo razonable.