Respetando todas las opiniones me permitiré daros la mía sobre la pregunta del título de este artículo: ¿Intentas gestionar tu tiempo?
Desde el tiempo que llevo trabajando sobre las técnicas para la gestión de estrés os puedo decir que bajo mi punto de vista difícilmente puedes aprender a gestionar tu tiempo cuando tu funcionamiento mental está completamente bloqueado por el estrés. Y ésto lo digo después de haber impartido al inicio de mi carrera muchas formaciones en gestión del tiempo.
Salvo está, que seas por naturaleza una persona desorganizada, que de todo hay, pero yo no me refiero a ese tipo de personas, sino a aquellas que aún siendo organizadas, con el paso del tiempo dejan de serlo.
Cuando en el día a día escucho que tenemos que aprender a gestionar el tiempo me surge la siguiente duda y es
¿Cómo voy a gestionar el tiempo si no sé gestionar las emociones, el bloqueo mental y la aceleración que me produce el estrés?
Aprender a gestionar el tiempo debe ser un proceso posterior a aprender a gestionar el estrés porque el propio estado mental que produce el estrés hace que aunque quiera no sea capaz de organizarme, determinar que es lo importante y dejar atrás la dispersión mental y la tan mentada multitarea,
Gestionar el tiempo requiere que sea capaz de discernir la diferencia entre importante y urgente y eso no puedo hacerlo cuando mi mente no está centrada en el momento presente y se dedica a cada instante a saltar como un mono loco de rama en rama o de tarea en tarea.
El estrés acaba produciendo dispersión mental y ésta a su vez provoca:
- Falta de concentración.
- Dificultad en la toma de decisiones.
- Desgaste inmenso de energía vital.
- Bajo nivel de efectividad.
- Descontrol emocional y ataques de ansiedad cuando percibimos que no llegamos a todo.
Pero además por el camino cuando estamos estresados somos incapaces de apreciar muchos detalles de nuestra actividad que pueden producir que las decisiones que tomemos no sean precisamente las más acertadas, aún siendo profesionales avezados, con experiencia y capacidad plena demostrada.
Como dice un refrán:
«No pongas el carro antes que los bueyes»
Y me gustaría ahora contaros una experiencia que pueda explicar mejor que pasa cuando estamos estresados y es la siguiente:
A finales del año pasado, es decir a principios de diciembre me llaman de una empresa para que imparta un curso de gestión de estrés y cuando le pregunto cuando tienen programado hacerlo y con que duración me dicen que necesitan hacerlo antes de que finalice el año.
Hasta aquí nada nuevo, seguimos la conversación y le pregunto si tienen pensado en un horario para la formación y me comentan lo siguiente:
Teníamos previsto hacerlo en 2 mañanas de 3 o 4 horas cada jornada.
Nada fuera de lo común a lo que se suele hacer cuando la gestión de estrés se considera sólo como una formación donde se nos explica lo que todos ya sabemos pero no hacemos, así que le pregunto a mi interlocutor lo siguiente:
¿Queréis que los participantes aprendan a gestionar su estrés, o queréis justificar el gasto de formación?
Sé que a más de uno os sonará dura esta pregunta tan directa, pero es que así nadie puede cambiar el procesamiento que ya está instalado en los participantes.
Creo como dije desde el principio de este artículo que hay dos formas de hacer las cosas:
1- Hacerlas bien
o
2- Hacerlas mal.
Para mí la gestión de estrés es un problema de salud muy serio en las personas y las organizaciones, por lo tanto es imprescindible que si queremos cambiar algo y generar efectivamente un cambio en los participantes hay que hacer las cosas bien.
Según el último informe OSHA Europa 2014-15:
«El estrés es el 2º problema de salud relacionado con el trabajo en Europa»
No podemos calmar la mente si seguimos corriendo sin control ni objetivos concretos.
Así que acordé con mi interlocutor que impartiríamos la formación en gestión de estrés cuando dispusiesen del tiempo necesario para hacerlo de una manera efectiva.
Y para finalizar esta imagen que me encanta y que denota hasta qué punto queremos implicarnos en producir cambios efectivos cuando hablamos de gestionar el estrés.
O seguimos haciendo lo mismo o hacemos las cosas de otra forma para obtener resultados diferentes.
Siguiendo con la interpretación de la imagen:
¿Podría aprender a gestionar el tiempo en que tardo en llegar con las piedras a su destino?
Me encantará recibir vuestros comentarios al respecto.