¿No duermes bien?
Pues eres de los millones de personas que no lo hacen y si vives en España eres parte del 80% de personas que no duermen bien por culpa del estrés.
Siendo estas cifras tan demoledoras, la cuestión es
¿Por qué no tomamos decisiones a nivel individual y como sociedad?
A nivel individual generamos una conducta que nos lleva a un círculo vicioso del que es difícil después salir.
Nos creamos tantos compromisos que nuestra agenda es interminable, hasta que nos sentimos extenuados y sin fuerzas y encima enfadados por todo lo que no pudimos cumplir.
Queremos que las horas tengas minutos interminables y aunque lógicamente sabemos que es imposible, nos llenamos la cabeza con la ilusión de que sí lo podemos hacer.
Cuando la realidad te devuelve que esa agenda de compromisos que te marcas es inviable, entonces empieza la frustración y así de día en día.
Después de la frustración, el mal humor, la baja autoestima y un sinfín de emociones poco agradables y de diálogo interior bastante demoledor.
Es evidente que si tus jornadas de trabajo van más allá de las 8 horas, pocas cosas puedes planear para tu vida personal, así que se coherente con la agenda y no creas que puedes con todo.
La sensación de poder con todo y con todos, es la que más rápido te lleva al estrés, porque llegado el momento tu cuerpo no da más de sí ni tu mente y es entonces cuando no sabes muy bien que está pasando.
Aparece la mejor definición del estrés:
¿Qué puedes hacer para empezar a cambiar tu forma de gestionar la agenda y tu cronograma diario?
El día tiene las horas que tiene, y cada una de ellas los 60 minutos de rigor, así que como eso no puedes cambiarlo, tendrás que ser consciente cómo vas a utilizar ese tiempo.
¿En qué vas a invertir el tiempo que no estás en tu trabajo?
Habrá cosas que aunque no quieras también son innegociables por obligaciones familiares, pero te invito a que escribas en una hoja en blanco todo lo que haces y de esa cantidad de cosas taches aquellas que no son fundamentales.
- Dentro de las que te queden, tacha aquellas que aunque has anotado, te aportan poca satisfacción o ninguna aunque te creas en la obligación de hacerlas y pregúntate si de verdad es necesario que te encargues tú de ellas o puede hacerlas otra persona de tu familia o de tu círculo de convivencia.
Seguro que en tu lista aún quedan cosas que podrías priorizar ya que no todo lo que haces es importante
Ahora pregúntate
¿Qué vas a hacer dentro de esta semana para cuidarte tú?
Te recuerdo que tu salud física y emocional es importante, tan importante que si te saturas no podrás dormir porque todo tu cuerpo está cargado de adrenalina y cortisol.
Estas sustancias impiden que tu sistema nervioso se equilibre y así es que después no te puedes dormir.
No puedes pasarte el día haciendo planes, llenándote de compromisos a los que no puedes hacer frente y llegar a la noche y querer descansar.
Debes darte la oportunidad de cuidarte. De darle a tu cuerpo la oportunidad de serenarse y bajar la intensidad emocional que tiene para conseguir un sueño reparador.
Date tiempo todos los días para:
- Respirar
- Sonreír
- Meditar
- Hacer ejercicio moderado (yoga, caminar, tai-chi) u otro que te guste y que sea suave, que te ayude a bajar el estrés físico y mental que tienes acumulado.
Si quieres de verdad dormir bien, debes cambiar rutinas diarias que te están constantemente llevando a una saturación de sustancias en tu organismo que impiden a la hora de dormir que el sueño llegue y facilite que tu cuerpo y tu mente se recuperen.