He conocido a lo largo de mi vida pocas personas que al finalizar sus carreras o al iniciar su vida laboral tuviesen claro lo que querían hacer en su vida.
Casi en todas las ocasiones vamos transitando por descarte, es decir, en la mayoría de los casos tenemos más o menos claro lo que no queremos hacer y así a saltos y guiados por los acontecimientos vamos realizando labores, profesiones o tareas.
Casi todo suele ser un devenir de acontecimientos, pero realmente pocas veces tenemos claro aquello que realmente nos apasiona: “nuestra semilla de oro” y que nos llevaría a dar lo mejor de nosotros mismos .
Por esto que comento creo que muy pocas veces tenemos la oportunidad o nos la concedemos, de pararnos y descubrir dentro de nosotros mismos que es lo que hay.
Yo me di cuenta que había descubierto lo que quería hacer tanto a nivel personal como profesional a través de la práctica del yoga y del mindfulness, porque esos momentos de quietud y atención plena fueron dejándome ver todo lo que realmente quería y que me hacía feliz.
Desde entonces soy una firme defensora de estas prácticas y además después de formarme durante muchos años descubrí que también son efectivas para muchas otras personas y en todos los ámbitos de la vida ya sea personal o profesional.
¿Y tú sabes cual es tu semilla de oro?
