La danza, es el resultado de la práctica del silencio. Nació desde la creatividad que surgió del silencio y ahora la comparto contigo para que la disfrutes y la compartas si te apetece.
La Danza.
Descubrir la vida en cada pequeño gesto.
Aquí, lo minúsculo se vuelve inmenso.
Quizás porque hasta ahora no le he prestado la suficiente atención
“No tengo tiempo”
Y la vida pasa y aquí la encuentro.
No reniego de la vida, solo disfruto este momento.
El regalo del encuentro.
El regalo de cada pequeño momento.
Desmenuzándolo,
como cuando como y mastico lento.
Despertando la atención, momento a momento.
Sentir la hierba bajo mis pies hundiéndose,
dándome permiso para pasearme lento.
La brisa mueve la hierba, las hojas crean una danza con el viento.
Y yo mientras observo.
Y en ese observar, el movimiento llega dentro.
Mi cuerpo siente la danza y se une al movimiento del universo.
Y yo, mientras tanto, observo,
Observo y siento.
Ese sentir que no tiene término, ni se limita por el verbo, va más allá,
¡No tiene tiempo!
Y continúo oyendo, sintiendo, tocando, oliendo.
Todos son armónicos de un único sonido,
Ese que lo engloba todo, lo abraza y le da sentido.