Cuidar a los equipos de trabajo con mindfulness es una opción que favorece a los participantes y a sus empresas y así lo entienden en la empresa Atendo de atención centrada en las personas.
Que las trabajadoras encuentren un lugar de conexión más allá de la realización de sus tareas, que les facilite la escucha, la empatía, la amabilidad y la compasión en los momentos que la necesiten y que favorezca su estado de bienestar interior fue la motivación para realizar esta formación.
Con esa intención se realizó este programa de Mindfulness para la gestión de estrés en la empresa.
En un sector tan complejo como es la atención a las personas, el que las personas cuidadoras tengan la posiblidad de cuidarse es casi una obligación.
¿Quién cuida los cuidadoras?
Cuidar a las cuidadoras es parte fundamental de la calidad de las atenciones que ellas ofrecen a los usuarios de los centros, ya que su trabajo en sí mismo es un trabajo emocionalmente muy demandante en el cual, la calma, el equilibrio emocional y la tolerancia son herramientas imprescindibles a desarrollar y a mantener en el día a día.
Solo cuando estás con personas que tienen alguna limitación, ya sea física o mental a diario, te das cuenta de que la carga emocional en muchas ocasiones es mayor que la carga en sí de las tareas asistenciales.
¿Cómo te relacionas con esas circunstancias cuando no tienes herramientas?
¡Pues francamente «Mal»!
Si tus equipos no conocen las herramientas de auto cuidado, se sobrecargan emocionalmente y pueden deribar en un estado de distres o de «burn-out», y en lugar de centrarse en las personas, se centran en las tareas de organización y buracráticas, perdiendo el enfoque prioritario.
Así que en esta formación tratamos de facilitar esas herramientas que ayudan a las participantes conectar con un espacio de calma a diario y cuando sientan que las circunstancias se vuelven complejas y difíciles, esas prácticas con las que se han familiarizado serán como un flotador en un mar agitado.
No podemos cambiar las relaciones que otros establecen en la vida o bajo determinadas circunstancias; lo único que podemos cambiar es nuestra forma de afrontar las circunstancias tal y como son.
Y todo este trabajo de práctica y aprendizaje del mindfulness tiene también un lado lúdico que hace que las emociones florezcan y nos faciliten el bienestar y el recuerdo.
- Recuerdo de la vivencia de la sensación de bienestar cuando se trabajó conscientemente con la respiración.
- Memoria de las sesaciones que se descubren mediante el movimiento corporal consciente.
- Presencia con atención plena a los pensamientos, emociones y sensaciones que se producen cuando facilitamos la escucha del silencio externo sin estímulos y nos dirigimos a la escucha interna.
- Atención consciente a través de la mirada atenta al otro para seguir su movimiento.
Los beneficios de estas prácticas se reflejan tanto en la vida profesional como en la personal, y como no podría ser de otra forma, también se refleja en el desempeñó de su trato con las personas a las que cuidan.
Si quieres cuidar a tu equipo de trabajo, no dude en comentarnos las necesidades de tu empresa y te haremos una propuesta de formación.
Si quieres cuidarte tú, aprende a practicar mindfulness y verás cómo la práctica te ayuda a gestionar tu relación con la actividad diaria personal y profesional.
Un placer poder contribuir a una mayor calidad de vida dentro y fuera del trabajo – Personas que cuidan a personas.