El pasado sábado 21 de enero impartí el taller de "Mindfulness para educadores y padres" y me alegró muchísimo el conocer que cada vez los adultos estamos más preocupados por trasladar a los niños un mundo más amable y también por aportarles herramientas que les faciliten su vida en un mundo donde a los mayores se nos escapa de las manos el tiempo para acompañarles y enseñarles y donde ellos están percibiendo y adquiriendo la misma urgencia de la vida que nosotros.
Así que cuando estaba preparando el taller me hice las siguientes reflexiones y las compartí con ellos y ahora también quiero compartirlas con los miembros de esta red para su reflexión:
¿Desde dónde estamos educando a los niños?
- ¿Qué modelo de adulto estoy trasladando a los niños?
- ¿Son coherentes mis mensajes verbales y no verbales?
- ¿Por qué reacciono de determinado modo cuando los demás no responden como espero?
- ¿Desde dónde ejerzo mi autoridad?
- ¿Qué temo al educar? ¿Qué me entristece?
- ¿Busco la aprobación de los menores?
- ¿Acepto realmente a cada uno como es?
- ¿Realmente escucho y observo?
Vivimos en un mundo complejo y acelerado, donde las demandas externas son constantes y perturbadoras puesto que impulsan casi de modo compulsivo a la “Multitarea”
Este ritmo de vida que a los adultos ya nos produce dispersión mental, estrés, bajo rendimiento laboral y a la postre un desequilibrio físico y mental, a nuestros hijos les afecta aún con mayor intensidad porque sus capacidades están en pleno proceso de desarrollando.
Potenciar actitudes de plena consciencia y autocontrol ayudará a los niños a desarrollar en sí mismos de un modo consciente las fortalezas personales que constituyen los rasgos positivos de su personalidad.
Porque los niños son nuestro futuro es nuestro deber como educadores y padres procurar que su desarrollo sea holístico, enseñándoles no solo conocimientos para el desarrollar su capacidad intelectual, sino lo que es quizás más importante:
"Enseñarles herramientas para ser los hombres y mujeres que en el futuro aporten a la sociedad la mejor versión de sí mismos desde el auto conocimiento y sabiduría interior."
Durante el taller tratamos los siguientes temas y los pusimos en práctica:
- ¿Qué es el Mindfulness?
- Beneficios de la práctica a nivel personal y profesional.
- Trabajando la respiración en momento presente
- Conectando con el cuerpo y las emociones
- Prácticas para el aula y la vida cotidiana.
Beneficios de la práctica a nivel personal y profesional -¿Por qué aprender Mindfulness?
- Nos ayuda a convivir en paz con el inevitable cambio constante y vertiginoso.
- Nos ayuda a concentrarnos en lo que de verdad importa.
- Nuestro cerebro se ejercita y envejece menos.
Las emociones asociadas al estrés se contagian igual que cualquier otra emoción y la respuesta de estrés es una respuesta que solemos aprender desde la más tierna infancia.
Los pequeños son nuestros mejores imitadores, de forma innata copian todo lo que ven de los adultos y cuando nosotros estamos estresados y desbordados ya sea por el trabajo, la presión, la tecnología, ellos perciben perfectamente nuestro estado emocional y se impregnan de él.
Muchas veces su comportamiento denota nuestra hiperactividad y en el peor de los casos como no saben muy bien por qué estamos malhumorados, creen que son ellos la causa de esa situación emocional.
"Cuando somos niños aprendemos a enfrentarnos a las situaciones desde las respuestas que vemos adoptar a los adultos más próximos, ya sean padres o educadores a través de nuestras neuronas espejo."
Con la práctica de Mindfulness puedes aprender a conocer tus emociones y a sentirlas en tu cuerpo.
Esta observación y auto-conocimiento te van a permitir decidir si responder con el piloto automático o lo haces a través de una respuesta más acorde a las circunstancias.
No somos culpable del estrés ni de las circunstancias en las que vivimos, pero sí somos responsable de cómo gestionamos nuestras respuestas o reacciones automáticas, les estamos enseñando con nuestros actos.
Los participantes me transmitieron sus inquietudes y la realidad que como padres y educadores se encuentran cada día, las dificultades del diálogo y del cambio de conductas y también la incomprensión del sistema que no se está adaptando a la realidad presente.
Muchos de los profesores están buscando desesperadamente herramientas que les permitan dentro del sistema de enseñanza poder aportarles a sus alumnos aquellas herramientas que no están en los libros de textos.
De echo una de las asistentes me escribió esto después del taller:
Soy tutora de 25 niños de 5 años y de ellos 3 tienen: asperger, Tea y un niño muuuuy inquieto.
Sin mindfulness no se lleva esa clase, de hecho la profesora que sustituyo no podía más.
Los niños lo piden a gritos.
Aquí aún estamos empezando a conocer el Mindfulness y a introducirlo en las aulas, aunque ya hay bastantes profesionales que lo están haciendo y muy bien, son relativamente pocos en relación al total de los formadores.
Y tal como comentamos en el taller la escuela no es el único lugar donde los niños aprenden, los padres (adultos, familia, entorno social) no podemos hacer una dejación de funciones sobre la formación emocional de los pequeños, ni cargarles con nuestra propia frustración o mala gestión emocional.
¡No les neguemos la ocasión de que aprendan de un adulto consciente y sereno, se merecen esa oportunidad!
Si te interesa este tema me encantará conocer tu opinión o comentarios.
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