¿Qué hacer para recuperar la calma?
Es la pregunta que en algún momento todos nos hacemos cuando sentimos que estamos sobrepasados por los acontecimientos y porque tenemos la sensación interior de no poder más.
A nivel físico la sensaciones puedes ser variadas y de distintas intensidades como por ejemplo:
- Dificultad para respirar
- Dificultad para coordinar el equilibrio
- Dificultades para hablar.
- Dificultad para descansar o insomnio
- Palpitaciones del corazón.
- Mayor nivel de cansancio del habitual.
- Mayor o menor apetito
- Peores digestiones
A nivel mental puede que tengas algunas o varias de estas sensaciones:
- Dificultad para pensar con claridad.
- Falta de concentración.
- Mayor nivel de irritabilidad.
- Mayor nivel de auto crítica
- Mayor sensación de improductividad y un largo etc.
Ahora la cuestión que te voy a proponer para volver a recuperar la calma, requiere de un poco de valor por tu parte.
Valora tu salud, y valora que no eres un robot y la calma requiere que dejes de hacer algunas cosas que te ocupan y no tienen excesivo valor añadido y dediques un poco de tiempo para recuperar tu calma interior y exterior tomando consciencia del momento en el que estás.
Llegados a este punto, si tu nivel de aceleración es intensa y llevas mucho tiempo, será difícil que pares en seco tu dinámica de activación, así que te recomiendo empezar poco a poco a través de las siguientes propuestas:
Para recuperar la calma, cada 50 o 60 minutos, has una pausa en lo que estés haciendo (puedes poner un aviso en tu móvil)
Toma varias respiraciones profundas, párate y observa:
Primero observa el lugar en el que estás de forma intencionada, con detalle.
- ¿Qué objetos hay en este lugar?
- ¿Qué sonidos escuchas? Presta un momento de atención para escuchar de verdad.
- ¿Hay más personas en la misma sala en la que estás?, obsérvalas unos instantes para verlas de verdad.
Segunda observación, tu cuerpo:
- ¿Cómo sientes tu cuerpo? Sientes rigidez de cuello, los hombros están elevados y cerca de tus orejas? Sientes tus piernas o brazos con rigidez o dolor o calambres.
Tercero observa tu respiración:
- ¿Tu respiración está acelerada y el movimiento lo percibes con mayor claridad en el pecho?
Entonces te propongo que hagas esta pequeña práctica:
- Realiza tu respiración de forma suave y lenta, puedes mentalmente contar 3 o 4 segundos al inpirar y los mismos al exhalar. Repite esta respiracíon consciente durante 4 ciclos respiratorios.
- Trata de iniciar el movimiento de tu inspiración a través del movimiento de tu abdomen, puedes llevar una o dos manos sobre tu abdomen para intensificar la percepción y centrarte en ese movimiento.
- Deja que tu cuerpo tenga un momento de relajación en la postura que te encuentres, ya sea de pie o sentado.
- Trata de sentir tu columna, estírala como si quisieras alcanzar el techo con la parte alta de tu cabeza y deja que tus hombros desciendan
Estas son algunas prácticas que te ayudarán a descender la aceleración a nivel mental y a nivel físico y volver a recuperar la calma tan ansiada.
Tu sistema nervioso tendrá un momento de pausa para bajar su activación constante y al repetir estas prácticas a lo largo del día, verás que te sentirás mejor.
Al principio te podrá resultar un poco incómodo prestar atención a estos detalles, pero al igual que cualquier otra tarea que haces por primera vez, requiere de tu atención y de repetición.
Haz estas prácticas todos los días y poco a poco verás que tanto tu mente como tu cuerpo te lo agradecen y te será posible ir a prácticas de mayor complejidad como son las prácticas de meditación.
También te ayudará a conseguir un nivel de calma mayor si además te das la oportunidad de practicar yoga u otro ejercicio físico anaeróbico.