Dolor crónico y mindfulness
Está constatado que una de cada cuatro personas en el mundo experimentan dolor crónico.
El dolor crónico se define como un dolor persistente que dura más de tres a seis meses. A diferencia del dolor agudo, que es una respuesta temporal del cuerpo a una lesión o enfermedad, el dolor crónico puede persistir durante meses o incluso años, y a menudo no tiene una causa clara o evidente.
El dolor crónico puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona, afectando su capacidad para trabajar, realizar actividades cotidianas y disfrutar de las relaciones sociales y familiares. Además, el dolor crónico puede estar asociado con una serie de problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad.
El dolor es un protector de nuestro organismo. ¿Entonces qué sucede para que permanezca en el tiempo?
Cerebro hiper vigilante
El dolor cuando no hay un daño actual a nivel celular (necrosis), o de tejidos que han sufrido un trauma (golpe, rotura etc), quemadura o abrasión física o química y que ya se han curado, es el resultado de un «cerebro equivocado en un cuerpo sano»
Es el resultado de un cerebro hiper vigilante. Puedes ver de forma más amplia este artículo sobre «Dolor y movimiento»
Dr. Arturo Goicoechea
¿Cómo funciona el dolor?
El dolor funciona a través los sensores que envían señales de peligro hacia la médula espinal y que se reenvían al cerebro.
Algunas veces esta señal no corresponde con su función de prevención y protección, sino que funciona como limitante aunque dicho daño no esté presente.
Para que podamos tenerlo un poco más claro, el ejemplo que todos podemos entender es la señal de dolor del «miembro fantasma» . Aquellas personas que aún no teniendo un miembro (pie, mano, brazo, pierna) siguen sintiendo dolor de ese miembro de forma persistente.
¿Es imaginación?
Pues no, se sabe que el cerebro se equivoca y produce dolor aún de zonas que ya no están en el cuerpo. Y por supuesto es un dolor absolutamente real.
En los años noventa en Estados Unidos el Dr. Ramachandran fue un pionero en trabajar en la resolución del dolor en personas que habían perdido una extremidad, justamente a través del estudio de cómo se producía la comunicación del dolor entre el cuerpo y el cerebro. Se le denominó dolor del «miembro fantasma»
Otros médicos han profundizado en el estudio del dolor, y algunos han aplicado la práctica de mindfulness con pacientes con dolor crónico obteniendo unos resultados muy positivos entre otros el Dr.Germer (al final puedes ver su link)
La práctica de mindfulness se basa en prestar atención plena al momento presente, sin juzgar ni reaccionar ante los pensamientos o sensaciones que surjan. En el caso del dolor crónico, esto implica aprender a aceptar y tolerar el dolor sin intentar resistirlo o controlarlo.
Se trata justamente a través de la práctica, que la persona que sufre el dolor crónico, pueda generar un estado de menor ansiedad en relación a su propio dolor y hacia el cuerpo.
A través de la práctica de mindfulness, se pueden desarrollar habilidades para reducir la tensión muscular, disminuir la ansiedad y mejorar el sueño, lo que a su vez puede ayudar a reducir la percepción del dolor.
Además, esta práctica puede enseñar a las personas a enfocar su atención en las sensaciones corporales sin ser arrastradas por pensamientos negativos sobre el dolor, lo que puede disminuir la sensación de sufrimiento asociada al dolor.
La práctica de mindfulness para el dolor crónico puede incluir ejercicios de meditación, prácticas de respiración, ejercicios de relajación muscular y técnicas de visualización.
Es importante tener en cuenta que la práctica de mindfulness no es una cura para el dolor crónico, pero puede ser una herramienta útil para aprender a afrontarlo de manera más efectiva y mejorar la calidad de vida de las personas que lo padecen.
Es tán importante el beneficio que la práctica de mindfulness y de técnicas de relajación que ya es frecuente que en las unidades de dolor de los hospitales españoles, se recomiende su utilización como prácticas que facilitan una mejoría en la calidad de vida de los pacientes.
Si os interesa más información al respecto podéis consultar estos links