Bienvenida semana.
Puedes tener un gran día o puedes tener un día nefasto, y en gran parte va a depender de la actitud con la que lo empieces.
El inicio después de las mini vacaciones, de un fin de semana largo, o un puente, para algunas personas puede resultar difícil.
Sobre todo si el trabajo que realizamos no es del todo de nuestro agrado, o si no es motivador porque vas un poco a contra corriente.
En este caso te propongo instalar un pensamiento diferente en tu cabeza.
No luches por evitar el pensamiento de pesadumbre; deja que esté ahí sin darle mayor importancia. Trátalo como un invitado incómodo, al que no puedes evitar, pero al que no le prestas tu atención.
Por el contrario, te sugiero que veas el lado bueno de tener que volver al trabajo.
No vas a resolver las dificultades a través del pensamiento pesado, abrumador. Lo vas a resolver tomando como aliada a tu propia mente.
Si no puedes cambiar el entorno, lo que sí puedes es cambiar tu apreciación del mismo.
Todas las circunstancias tienen un lado positivo y un lado menos agradable, así que lejos de focalizar tu atención en lo que no te gusta, busca lo que sí tiene de positivo.
Salvo que la situación sea absolutamente nefasta, tendrá algo de valor para ti y para la situación actual.
Dale la bienvenida a la semana; solo tú puedes buscar lo que tiene de positivo, solo tienes que aprender a valorarlo.
«Si no puedes hacer lo que amas, aprende a amar lo que haces!
Aldous Huxley
Piensa ¿cómo sería tu situación si no estuvieses en este trabajo hoy, tendrías medios de ganarte la vida?
Si la respuesta es sí, deja de valorarlo negativamente y busca cambiarlo, puedes hacerlo.
Si la respuesta es no: busca una vía de salida que mejore tu estado de ánimo, no tiene que ser inmediato, pero empieza a crear las condiciones para que dicho cambio se pueda llevar a cabo.
Las oportunidades no vienen a buscarte, las oportunidades se alían con los que están generando la energía suficiente para aprovecharla. Empieza a trabajar para que el cambio pueda llevarse a cabo.