Quiero a través de este post, compartir contigo que lees este artículo, el poder de la práctica del silencio para escuchar y también para acallar el incesante parloteo de la mente.
Estamos constantemente rodeados por el ruido, los estímulos externos y los internos nos distraen con frecuencia, de la escucha interior.
Esta demanda constante que realizamos a nuestro intelecto, produce en el cuerpo necesariamente la activación constante del sistema simpático.
El hecho de no permitirnos momentos de silencio, va produciendo mayor cantidad de sustancias químicas como el cortisol y la adrenalina que aunque no nos demos cuenta, producen el efecto de alerta constante a nivel mental y a nivel físico.
Esta activación está bien cuando es momentánea y ajustada al evento que necesitamos atender.
Lo que ocurre es que los eventos a los que atendemos no tienen fin y no nos permitimos espacios para equilibrar esa hiperactivación con momentos de calma y silencio.
Seguro que sabes ya todo ésto que estoy contando.
¿Pero que hay de los efectos que el silencio produce a nivel intelectural y emocional?
Para empezar, creo que es conveniente aclarar un poco el tema semántico sobre el silencio.
El significado que el silencio tiene en cada uno de nosotros a nivel emocional dependerá de la experiencia.
Y lo digo porque en los retiros de silencio surgen muchos significados distintos en función de cada experiencia vital.
Algunos silencios pueden tener asociados sentimientos y situaciones que generan miedo y solo pensar en ese silencio nos hace evitarlo.
Por ejemplo:
- Silencios como castigo
- Silencios de desprecio
- Silencios acusadores
- Silencios de soledad no escogida. etc.
Esos silencios externos hacen que en nuestra mente se construyan emociones y reacciones asociadas que hacen que pocas veces apreciemos el silencio como una forma saludable para nuestra mente y nuestro cuerpo.
Poca experiencia tenemos en los efectos del silencio porque generalmente vamos construyendo tantas barreras que no dejamos que el silencio surja y calme.
Llenamos el espacio habitado de sonidos: música, tv, videos, etc.
De hecho muchas veces si vives o estás solo en casa, es probable que no tengas ni siquiera consciencia de que al llegar enciendes algún aparato electrónico que añada sonido al ambiente.
Algunos de los beneficios del silencio son:
- Aumento de la atención
- Aumento de la creatividad
- Capacidad mayor de escucha de sonidos externos e internos
- Calma mental.
- Conección con armonía hacia uno mismo y hacia los demás.
El silencio no se busca, en realidad cuando vamos retirando obstáculos, estamos creando el espacio necesario para que el silencio se haga evidente.
Así que te propongo una pequeña práctica que puedes realizar tantas veces como quieras.
Dejar que el silencio te habite, es una experiencia transformadora como pocas.
Deja que el silencio se exprese durante 5 minutos
Si te apetece, ponte una alarma con 5 minutos para que tu mente no tenga que preocuparse si ha pasado mucho o poco tiempo.
Durante la escucha del silencio cierra los ojos y siéntate con la columna erguida pero sin tensión y observa las sensaciones. Si lo prefieres puedes hacerlo también tumbado sobre tu espalda, si no te duermes.
Observa primero las sensaciones que surjan a nivel físico.
Después observa tu respiración y déjala moverse de forma natural, solo observa dónde la percibes.
Después abandona toda acción y deja que el silencio te habite con amabilidad…
Después de mi retiro de silencio han surgido muchas reflexiones y algunas poesías y relatos.
Te invito a escuchar la 2ª poesía nacida del silencio.
Si te apetece comparte esta entrada y déja un comentario si has realizado la práctica o con cualquier observación que quieras compartir.
Namasté.