“8 de cada 10 europeos considera que el estrés de origen laboral aumentará en los próximos cinco años, según ha desvelado un sondeo realizado por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Así lo afirmó la directora de la agencia, Christa Sedlatschek, quien explicó que la crisis financiera y la transformación del mercado laboral someten a los trabajadores a exigencias crecientes.
El estrés laboral es uno de los principales problemas para la salud y la seguridad a los que nos enfrentamos en Europa.Casi el 25% de los trabajadores se ven afectados por él, y los estudios indican que entre un 50% y un 60% de las bajas laborales están relacionadas con el mismo. Ello representa un enorme coste tanto en sufrimiento humano como en perjuicios económicos. |
La encuesta,a favor de “trabajos saludables” de la Agencia Europea, se ha realizado entre 35.000 ciudadanos de 36 países de Europa entre octubre y enero pasados, en un contexto de crisis económica y transformación del mercado laboral.”
Esto no es una novedad para los que llevamos estudiando las estadísticas sobre estrés laboral y técnicas de prevención desde hace años, lo que necesitamos ahora es actuar para evitar que dichas estadísticas se cumplan.
Desde el mundo empresarial y social se debe poner freno a esta nueva epidemia, porque esto supone millones de euros de pérdidas para el entramado productivo, pero lo que es mucho más costoso son los trastornos a nivel emocional que derivan en patologías mentales o a nivel somático, que genera miles de consultas sanitarias, y algo que no se puede valorar con cifras “El sufrimiento de los y las trabajadoras afectadas” y sus entornos de convivencia.
El Health and Safety Executive define el estrés como “la gente tiene reacciones adversas a una presión excesiva u otro tipo de demanda que se les imponen”.