Este es el extracto de un poema que acabo de leer y me parece además de muy interesante un buen punto de partida para propiciar un auto análisis.
"No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie porque
fundamentalmente Tú has hecho tu vida.
Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de
acusarte en el fracaso para volver a empezar, corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.
Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu
mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas
según la voluntad o fortaleza de tu corazón.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con
valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos y
la prueba que has de ganar.
No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate
ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier
momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para
claudicar.
Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu
fracaso."
Que fuerte no, en realidad
¿Alguna vez nos atrevemos a decirnos a nosotros mismos estas palabras?
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Es de verdad una cachetada para darnos cuenta de que nuestro destino lo trazamos nosotros mismos con ayuda de Dios que nos quita en muchas ocasiones situasiones y nos da la potesta de escojer otro camino, solo el ciego sigue golpeandose contra la pared del fracaso abre los ojos y no culpes a la suerte, porque esa es el pretesto de los fracasados «LUCHA Y LEVANTATE CUANDO CAIGAS SIEMPRE TENDRAS OTRA OPORTUNIDAD MIENMTRAS ALLA LUZ EN NUESTROS OJOS»