Hay un blog que siempre leo porque su autora Maru Canales es una de esas personas que siempre me inspiran y hoy he leído este artículo cuya foto me parece fantástica visualizándola desde el humor negro
Y es que yo conozco una oficina donde está todo tan comprimido que los archivadores están en el suelo por falta de estanterías, y como además son muchos en la oficina, los armarios ya no tienen espacio, y porque no hay sitio para que quepa nada más así que nada, al suelo que de ahí no se caen.
Quizás por eso esta foto me pareció tan buena como irónica porque poco falta en algunos sitios.
De hecho hace muchos años leyendo una revista de información sobre el mundo pesquero venía un artículo sobre la explotación de las piscifactorías y sus problemas.
Pues bien uno de los problemas de aquel entonces (hace 10 años por lo menos), era que tenían un alto índice de mortalidad de los peces y que analizando e investigando las causas de la muerte, habían detectado que todos ellos tenían un alto índice de colesterol en sangre, y los investigadores determinaron que era debido al nivel de estrés vital que estaban soportando debido al hacinamiento que se producía en las piscinas, allí tenían un espacio vital muy reducido debido a la densidad poblacional de las mismas.
Este descubrimiento les llevó a cambiar el número de peces por piscina para así evitar las muertes por este problema.
Sería bueno que además de que los peces tengan un espacio vital mínimo para poder desarrollarse, también los trabajadores en las empresas dispongan de un espacio vital para desarrollar su trabajo, que aunque ésto existe marcado por la ley, es una de esas leyes que solo se encuentra en los papeles, no en el mundo real.
Efectivamente lo que hace falta son mejores condiciones laborales y no seminarios de relajación. Hay que atacar la causa. Si los mindundis (entre los que me incluyo) lográramos vivir dignamente trabajando media jornada pudiendo ser ‘libres’ la mayor parte del día, el estrés desaparecería y las farmaceuticas dejarían de hacer negocio con ansiolíticos varios. No es cuestión de relajarse, es cuestión de no tener de qué relajarse.