Respira y reduce tu ansiedad.
Hazlo de forma sistemática y pausada
Nuestro cuerpo sabe, y sabe cómo es la respiración que necesitamos en cada momento y también sabe todos los movimientos que necesita para conseguir la cantidad de oxígeno adecuado a las necesidades de la actividad que estés realizando.
Nacemos con un movimiento respiratorio adecuado pero con el estrés este patrón de movimiento se va alterando hasta casi perderse.
Si entrenas tus movimientos respiratorios, ellos volverán a ser un gesto habitual para tu cuerpo.
Muchas personas me preguntan
¿Cómo puedo calmarme en esos momentos de ataque de ansiedad?
Pues una de las cosas que tienes que tener en cuenta es que la respiración debe ser un hábito y no solo una práctica de urgencia.
Aún así en esos momentos concretos si colocas las manos sobre el abdomen y llevas tu atención al cuerpo para realizar un movimiento profundo, te podrá ayudar. Repite esta respiración profunda varias veces hasta conseguir estar completamente centrada en ella.
Debes evitar que tu gesto respiratorio se endurezca y que el ritmo de tu respiración sea acelerado o entrecortado.
En la medida de tus posibilidades todos los días debes dedicarte un tiempo para entrenar tu respiración completa y que te ayude a establecer una movilidad adecuada y el ritmo sereno.
Puedes iniciar la práctica con este vídeo si te apetece.
Espero que estas indicaciones te ayuden a recuperar la conciencia de lo importante que es entrenar tu respiración todos los días durante unos minutos para evitar el ataque de ansiedad.
Que tengas una buena práctica y si este artículo te ha gustado puedes dejar tu comentario y compartirlo.
Namasté.