Para la mayoría de nosotros, el mantenimiento de una práctica de meditación diaria regular es un reto difícil.
La vida se llena de actividades, nos distraemos, algo urgente (o no tan urgente) interfiere. Sin embargo, sabemos lo importante que nuestra práctica es para nuestra salud y bienestar.
¿Cómo podemos reforzar nuestro hábito de meditación?
Aquí están algunas sugerencias:
1 – Sea amable con usted mismo.
Si usted piensa que ha fracasado en su rutina y se reprende a sí mismo por faltar un día o una semana en la práctica de meditar, la meditación se convierte en una excusa para el auto – juicio, evítelo.
2 – Deje que se convierta en un hábito.
Trate de hacerlo a la misma hora y en el mismo lugar todos los días. La forma de cultivar un hábito es realmente hacerlo. Es así de simple, cuanto más lo haces, más fácil es hacerlo.
3 – Revise su día y tómese un tiempo para hacer lo que hace conscientemente.
Si usted no es una persona que tiene tiempo por la mañana, espere hasta por la tarde.
Si llega a casa agotado todas las noches, pruebe por las mañanas.
4- Esté dispuesto a ser flexible.
Si se olvida de su sesión de la mañana, sea creativo. Tómese un tiempo de atención plena en alguna actividad cotidiana como por ejemplo: caminar en silencio en el trabajo; sentarse antes de dormirse.
No tire la toalla sólo porque su rutina diaria de meditación se haya roto.
5- Medite con un grupo.
Un grupo puede ser un factor más de apoyo en mantener la práctica regular.
Y por último sea paciente consigo mismo pero al mismo tiempo mantenga el compromiso con su práctica y su salud; a poco tiempo de esta práctica se lo agradecerá.